Esto se debe a que tienen una fórmula y un equilibrio especiales que crean un entorno en el que se inhibe el crecimiento de las bacterias.
Llevamos esto a cabo de diversas maneras. La primera es creando una innovadora gama de productos sólidos, como son los
shampoos en barras, las burbujas de baño, las
barritas de masaje y las
toothy tabs. Las bacterias necesitan ciertas condiciones para proliferar, como el agua, por lo que nuestros productos sólidos como los
jabones, cuya fórmula incluye poca o ninguna agua, son autoconservantes de por sí.
La segunda es usando una gran cantidad de increíbles ingredientes naturales para mantener a las bacterias a raya. Utilizamos arcilla, calamina, talco y caolín para absorber el exceso de agua; también añadimos sal, que es alcalina, para reducir el crecimiento de los microorganismos, que normalmente se desarrollan en condiciones ácidas. Como la manteca de cacao es sólida a temperatura ambiente, también reduce la cantidad de agua en un producto, lo que dificulta el crecimiento de los microorganismos. La miel cuenta con propiedades antimicrobianas, antisépticas y antifúngicas, así como un contenido de agua muy bajo, y todo eso la convierte en un excelente conservante natural. De manera similar, la glicerina crea un entorno desfavorable para el crecimiento microbiano, lo que nos permite usar menos agua.
Por último, hemos reequilibrado algunas de nuestras cremas y lociones hidratantes para aprovechar toda la potencia de nuestros ingredientes autoconservantes. En consecuencia, algunas de nuestras cremas y lociones están ahora disponibles tanto en fórmulas conservadas como autoconservantes.
Seguiremos usando la cantidad mínima de conservantes sintéticos seguros en nuestras fórmulas conservadas, y así tú podrás decidir qué versión prefieres utilizar.
Naturalmente frescos
Formulamos nuestros productos con los mejores ingredientes naturales, así que es lógico que nos inspiremos en la naturaleza para mantenerlos frescos.
Por ejemplo, uno de los motivos por los que la miel no se daña es porque apenas contiene agua. Las abejas contribuyen a este proceso porque baten las alas para secar el néctar que recogen de las flores.
Sabíamos que nuestros productos no podrían ser autoconservantes a menos que encontrásemos una forma de equilibrar los ingredientes y reducir la cantidad de agua, así que probamos 98 fórmulas distintas hasta que quedamos totalmente satisfechos con
Dream Cream (autoconservante).
Conseguir crear una fórmula autoconservante que funcione bien lleva su tiempo, pero nos gusta la idea de usar ingredientes naturales para mantener los productos frescos. Así que nos dejamos inspirar por H.J. Heinz, el empresario del sector alimentario que creó el kétchup Heinz. En 1901, el Señor Heinz se comprometió a mantener la pureza de sus productos. Mientras que otros fabricantes no usaban ingredientes frescos y añadían productos químicos potencialmente dañinos para mantener los costos bajos, él decidió elaborar alimentos de gran calidad y sin conservantes. En 1906, su receta de kétchup sin conservantes revolucionó el sector, simplemente sustituyendo ingredientes artificiales por conservantes naturales como la sal y el vinagre.
A nosotros nos gusta pensar que nuestros productos cosméticos autoconservantes son tan revolucionarios como el kétchup de H.J. Heinz y estamos orgullosos de liderar el camino en el sector de la cosmética al ofrecer tanto la versión con conservantes como la autoconservante.
¿Con conservantes o autoconservante?
Aunque muchos de nuestros productos han sido siempre autoconservantes, algunas de nuestras cremas y lociones hidratantes están ahora disponibles tanto en versión conservada como en autoconservante. Por ejemplo el exfoliante facial y corporal
Ocean Salt, la hidratante corporal y de manos
Dream Cream y la mascarilla facial y corporal
Mask Of Magnaminty.
¿Cuál es la diferencia?
Aparte del hecho de que no contienen ningún conservante sintético, nuestras fórmulas autoconservantes suelen tener un aspecto ligeramente diferente a las fórmulas conservadas. Suelen ser un poco más oscuras y espesas. Su potencia y sus efectos en la piel son los mismos; la diferencia principal está en cómo se sienten al aplicarse.
Gracias a su menor contenido en agua, nuestras cremas y lociones hidratantes autoconservantes tienen una textura más sustanciosa y dan la sensación de ser más concentradas, por lo que te encantarán si te gusta la sensación de este tipo de cremas hidratantes sobre la piel.
Si no sabes cuál elegir, ¿Por qué no usas las dos? Nuestras fórmulas autoconservantes dan una sensación especialmente reconfortante en invierno, cuando los contrastes entre tiempo frío y calefacción central te dejan la piel sin vida. También son una opción estupenda para todo el año si tienes una piel seca que absorbe toda la humedad.
Es posible que quieras pasarte a la fórmula con conservantes, más ligera, durante los meses de verano, aunque podrías seguir usando la versión autoconservante en los codos, rodillas y pies secos, incluso con el buen tiempo.
Esta rica fórmula autoconservante deja una sensación especialmente delicada si te la aplicas después de un baño antes de dormir, mientras que la versión con conservantes se absorbe más fácilmente, así que resulta ideal para aplicársela después de la ducha matutina, cuando hay que vestirse a continuación.
En todos los demás aspectos, las dos fórmulas son exactamente iguales; salvo en el exfoliante facial y corporal Ocean Salt. Como ventaja adicional, su versión autoconservante es también vegana: hemos eliminado la lanonina y los emulsionantes sintéticos y los hemos sustituido por tofu sedoso y cera de Japón.
Elegir una fórmula con conservantes o autoconservante es, en definitva, una cuestión de gusto personal. La mejor forma de saber qué fórmula te va a gustar más es acercándote a una tienda Lush y aplicándote la versión autoconservante en un brazo y la conservada en el otro.
Con conservantes o autoconservante: ¿Cuál prefieres?