El futuro son los desodorantes sin envase

El futuro son los desodorantes sin envase

Estamos acostumbrados a comprar desodorantes con cierta frecuencia. Pero piensa en todos los que están a la venta y que vienen en envases de plástico o en aerosoles. No es difícil imaginar el daño que esto provoca en el medio ambiente  

Desodorantes roll-on

Los desodorantes roll-on vienen generalmente en envases de plástico y, dado que suelen estar hechos de una capa externa más gruesa y una capa interna más fina, resulta complicado reciclarlos. Reciclar dos tipos de plásticos en un mismo producto no es un proceso eficiente respecto al coste o las emisiones de carbono; de hecho, costaría más reciclar un desodorante roll-on que hacer otro. Eso supone un problema enorme. El plástico puede demorar 450 años en descomponerse y, teniendo en cuenta los millones de personas que utilizan este tipo de desodorantes todos los días, la cantidad de plástico que termina en los vertederos es escalofriante: cada año, y solo en los océanos, acaban ocho toneladas de plástico. Pensar en todo lo que se bota en todo el mundo es abrumador.

Desodorante de aerosoles

En Reino Unido, se usan unos 600 millones de desodorantes de aerosoles cada año, unos diez envases por persona. Uno de los usos principales de los aerosoles es el de los desodorantes, los antitranspirantes y los sprays corporales; y, si bien es verdad que los aerosoles pueden reciclarse, en la práctica resulta más complicado. Para que un aerosol se pueda procesar debe estar completamente vacío, seco y limpio, algo difícil de conseguir. Y, de hecho, los gases comprimidos que se usan en los aerosoles tienen un impacto perjudicial en las emisiones de CO2. Un estudio reciente muestra que, si un millón de personas cambiara su aerosol habitual por uno nuevo y comprimido, se podrían ahorrar 696 toneladas de CO2 y aluminio suficiente como para hacer 20.000 bicicletas. Imagina si, en lugar de cambiar a un aerosol más pequeño, todo lo que hubiese en él se pudiera condensar en algo sólido. Valdría la pena, ¿no?  

Desodorantes sólidos

Aromaco es un desodorante sólido y libre de plásticos y, en términos de textura en la piel, está entre una crema y un desodorante roll-on. Tiene una base de propylene glycol derivada del aceite de colza, bicarbonato sódico derivado de agua salada y sodium stearate derivado de aceite vegetal. Todo esto se mezcla bien en infusiones y vinagres herbales y astringentes, así como en aceites esenciales antibacterianos. El bicarbonato de sodio absorbe el exceso de sudor y reduce la acidez de la piel para crear un entorno hostil para el crecimiento de las bacterias. Estas mezclas se vierten después en moldes, donde se solidifican para crear bloques de desodorantes autoconservantes que pueden cortarse en el momento según la cantidad deseada. Las pastillas resultantes son fáciles de aplicar y se deslizan por las axilas como si fueran un desodorante en barra. T’eo es un desodorante con un acabado empolvado en la piel para aquellas zonas del cuerpo que requieran un producto potente y absorbente. Una base de bicarbonato de sodio desodorante, ácido tartárico y carbonato de magnesio se mezclan con ingredientes húmedos como el aceite de cuesco de albaricoque y las uvas verdes, frescas y limpiadoras para crear una masa parecida a la de un pastel. El formato final es sólido para que así puedas aplicar este producto fácilmente en las axilas. Para que no haya problemas al tomarlo, se empapa una parte del desodorante en cera azul 100 % biodegradable.

Desodorantes en polvo

Los desodorantes en polvo como T For Toes o The Greeench vienen envasados en simples botellas de plástico reciclado fáciles de limpiar, secar y reutilizar o reciclar. Estas botellas, fabricadas en Reino Unido, están hechas de PET (tereftalato de polietileno) 100% reciclado, porque se puede reciclar fácilmente. Y de hecho, el proveedor ha empezado a incorporar los restos de moldes PET reciclados de jabones, desodorantes y shampoos sólidos en las botellas recicladas; así nos aseguramos de que existe un círculo cerrado. Las tapas de las botellas se hacen en la India a partir de polipropileno (PP, por sus siglas en inglés) industrial 100% reciclado. Este plástico todavía no se recicla con facilidad en las ciudades; sin embargo, si llevas las tapas de las botellas a las tiendas de Lush de algunos países te asegurarás de que sí se reciclan. En cualquier caso, siempre puedes comprobar si en tu ciudad o comuna se recicla el plástico PP.

Sprays corporales

Para quienes buscan un spray corporal que no sea de aerosol para perfumar la piel, en el mercado existen muchos con pulverizador. La mayoría de los mejores sprays corporales tienen una botella de cristal extraíble que no ocasiona problemas a la hora de reciclarla. No obstante, el reciclaje de los pulverizadores, dado que son una combinación de plásticos y muelles de metal, es mucho más complejo, de ahí que sea algo en lo que se está trabajando. En cuanto a los sprays corporales de Lush, están hechos de dos partes: la botella y el pulverizador. La botella está hecha de polietileno de alta densidad (HDPE) reciclado ―un plástico habitual que puede reciclarse bien― y se fabrica en Reino Unido. Es fácil de separar, limpiar y secar, y se puede reciclar en cualquier punto de recogida. El pulverizador está compuesto por distintos materiales y se fabrica en Reino Unido. Por el momento, no se puede reciclar, pero no te preocupes: estamos trabajando en ello.  

Deja los envases a un lado

Teniendo en cuenta este panorama, los desodorantes naturales con poco envase o sin él parecen ser la opción más lógica. Y no solamente tienen un impacto mínimo en el medio ambiente, sino que también funcionan muy bien. Sus ingredientes naturales ayudan a reducir el olor y a sacarle el máximo partido a la frescura, y todo ello sin alterar el equilibrio natural de la piel. Asimismo, sus fórmulas son autoconservantes de forma natural y no tienen aluminio, lo que significa que puedes estar tranquilo/a respecto a sus ingredientes, pues no son perjudiciales ni para ti ni para el medio ambiente.