El carbón es el resultado de la combustión de materiales de carbono, como la madera. Tradicionalmente se hace metiendo madera seca en un horno hasta que se queda completamente carbonizada, proceso que puede tardar hasta dieciséis horas. Se ha usado como combustible durante cientos de años, pero también es un pigmento natural negro muy apreciado tanto por los cavernícolas como por los artistas. El carbón tiene, de hecho, infinitivas aplicaciones: como purificador de agua, como pólvora, como medicina o incluso... ¡como ingrediente cosmético!