El cultivo de avena para la alimentación comenzó en Europa, sobre la Edad de Bronce y después se extendió al resto del mundo. La avena tolera muy bien los climas fríos y los principales productores hoy en día son Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Polonia, Bielorrusia y Alemania. Nosotros adquirimos la avena de una empresa tradicional del Reino Unido, que se encuentra en Cheshire, una región situada al noroeste de Inglaterra.

La avena se utiliza ampliamente para alimentar a los animales, aunque es un alimento muy nutritivo también para las personas. Los granos de avena, en su estado natural, requieren de mucho tiempo para ser cocinados. Por eso, hoy en día se han popularizado los copos de avena, cuando se mezclan con agua producen un líquido calmante y refrescante, conocido como leche de avena, que nosotros utilizamos en muchos productos.

La avena es fuente de calcio, hierro y vitamina B1, además de ser rica en carbohidratos y contener más proteínas y lípidos que otros granos. Los polisacáridos de la avena adquieren una textura gelatinosa cuando se mezclan con agua, dejando en la piel una capa protectora. También contiene avenantramidas, un tipo de antibiótico que producen las plantas, que actúa como antioxidante y favorece la acción calmante de la avena sobre la piel.