Campaña SOS Sumatra

Campaña SOS Sumatra

“A finales de 2017, La sociedad del Orangután de Sumatra (SOS) unió fuerzas con Lush para llevar a cabo la campaña #sossumatra, el objetivo era aumentar la conciencia sobre la amenaza que enfrentan los orangutanes, que están en grave peligro de extinción, además de los efectos de la deforestación.” “Solo quedan 14.600 orangutanes de Sumatra en libertad. Como homenaje, Lush hizo 14.600 unidades del jabón Orangután, que volaron, literalmente, de las estanterías y se agotaron en cuestión de días en muchos países.” Las ganancias permitieron a nuestros socios en Indonesia, El Centro de Información del Orangután, comprar 50 hectáreas de plantaciones de aceite de palma, para recuperar y restaurar los bosques nativos de Bukit Mas (Colina de Oro), un área limítrofe con el ecosistema Leuser, en Sumatra. Esta parte del bosque está en peligro y cada semana, más y más orangutanes pierden su hábitat, a medida que la agricultura ilegal gana terreno. Al apoyarnos con la compra de tierras en esta zona del parque nacional, se permite a Lush y sus clientes ayudar a retener la pérdida de bosques. ¿Qué está pasando ahora? Y ahora que se ha comprado la tierra, ¿qué pasará con ella? Helen nos explica que con el fin de aprovechar al máximo esta campaña, ha comenzado algo muy emocionante y conmovedor. “Con el fin de devolver la tierra a la vida salvaje necesitamos, para empezar, quitar el aceite de palma. Aprovechando la oportunidad que teníamos de enviar un mensaje firme, nos pusimos en contacto con el artista Ernest Zacharevic y su equipo” nos dice Helen. El grupo, que ya ha colaborado anteriormente con SOS en la campaña Splash and Burn, ha tallado una señal de auxilio gigante en la plantación, eliminado de manera selectiva las palmas de aceite para deletrear la palabra SOS. “Visto desde el aire, se podría decir que es una llamada de socorro de un pedazo de tierra que una vez fue una frondosa selva tropical. Tenemos la intención de responder a esa señal, plantando miles de árboles semilleros de la selva tropical para reemplazar así el monocultivo de palma de aceite, recreando un ecosistema próspero y lleno de vida”, dice Helen.